Rutina del bebé Rutina del bebé
Neonato

La importancia de establecer una rutina para tu bebé

Los bebés necesitan rutinas para muchas cosas en sus vidas, como comer, cambiarse, jugar y más. Las rutinas son útiles porque los niños se sienten cómodos sabiendo lo que sigue.

Aunque tener rutinas estrictas es imposible en muchas familias, es posible, sin embargo, establecer reglas. Las tomas y los momentos de juego del bebé deben estar regulados para que sean complementarios. Una rutina que debe esforzarse por tener es una rutina de sueño, ya que te permite a ti y a tu bebé descansar todo lo que necesitáis por la noche.

Puedes comenzar a implementar una rutina de sueño cuando tu bebé tenga alrededor de dos meses. Tu hijo comenzará a apreciar la regularidad y la previsibilidad de una rutina bien preparada.

Independientemente de lo que decidas incorporar a la rutina de tu bebé, asegúrate de incluir actividades y prácticas que lo calmen y relajen. También es posible que debas ajustar la rutina de tu bebé de acuerdo con su edad porque los patrones de sueño del bebé cambian a medida que crece. Los recién nacidos, por ejemplo, duermen en ciclos cortos de aproximadamente 2 a 3 horas entre tomas durante el día y la noche.

Ideas para rutinas de bebés

La mejor rutina que puedes diseñar para tu pequeño es una que funcione para ti, la familia y tu bebé. No hay una“rutina” definitiva a seguir, pero aquí hay algunas ideas para ponerte en el camino correcto:

Deja que el bebé se relaje

Ser un bebé es un trabajo duro. Al final del día, tu pequeño también necesita quitarse la presión. Podrías hacer esto con algunos juegos activos que hagan que tu hijo consuma el exceso de energía, de modo que cuando se vaya a dormir duerma“como un bebé”.

Un baño relajante

La hora del baño puede ser una actividad calmante y relajante para tu bebé. El agua caliente puede ayudar a dormir a tu bebé y asegurarte de que esté limpio y agradable antes de ponerlo en la cuna.

Lavar

Haz que tu pequeño adquiera el hábito de una buena higiene personal, lavándose bien la cara y cuidando la higiene dental, sobre todo si no tienes tiempo para bañarlo.

Habla con tu bebé

Con todo lo que tiene que hacer durante el día, es posible que te olvides de hablar con tu bebé. Aunque tu pequeño no pueda contestarte, sigue hablándole porque tu voz tiene un efecto calmante y relajante.

Léele un cuento antes de ponerlo a dormir.

Encuentra tu cuento de hadas favorito o un cuento infantil clásico y léelo mientras tu pequeño entra en el país de los sueños. Incluso puedes cantarle una canción de cuna si quieres.

Recuerda, estas son solo algunas ideas. Si esta rutina te parece un poco excesiva, simplemente toma un par de señales y ponlas en una rutina que tu definas. Lo bueno de crear una rutina para tu hijo es que también puedes planificar algo para tu noche para tener algo de tiempo al final de un día ajetreado.

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